domingo, 10 de agosto de 2008
Cinco minutos más
A veces me gusta
pararme
a mitad del camino.
Quedarme unos minutos donde se supone
que no debo estar.
Apoyarme en una esquina y …
Fotografiar la calle sin cámara.
Sólo porque no hay motivo.
Sólo porque no debería hacerlo.
Oh si, me gusta.
Pero me vuelve peligroso ¿Sabéis?
Podría elegir otro camino.
Podría no volver.
Sé que podría...
A veces me gusta
leerte entre líneas
Detectar en tus palabras
las pequeñas heridas
de tu vanidad.
Paladear
lo que he adivinado
Y luego seguir leyendo y olvidarlo todo.
Todo.
Puedes respirar con alivio….
No aspiro a recordarlo.
A veces me gusta embrutecerme. Ser indigno.
Perderme el respeto. Actuar como un imbécil.
Eso dura semanas enteras
Y es terrible, aunque sólo para mí
Alguna vez ha durado años.
Mientras más débil me hago
Más me quiere la gente.
Cuanto más daño me hago
Más simpático parezco.
Todo estriba en saber contarlo bien.
Nadie sabe lo que yo sería
Si me diese de repente por juzgar.
A veces
(Cuando intuyo que me mientes)
me gusta mostrarme dulce
Mientras imagino con fuerza
En morderte los labios
En pasarte por encima
En blanquear tu cara…
¿Nunca lo has notado?.
A veces
A veces me gusta levantarme y andar
Salir de mi tumba como un pastel sale del horno
Entre Lázaro y Magdalena
Volver a ser yo y a tener Alma.
Mi Alma insobornable.
(Llamo Alma a un proyecto
más allá de toda alteridad)
Erguirme en toda mi estatura.
Decir que en realidad...
Pero eso no os iba a gustar a nadie.
Así que me revolcaré otro poco
Entre las heces de la indulgencia.
Cinco minutos más...
Sólo otro poco...
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