viernes, 31 de agosto de 2007

jueves, 30 de agosto de 2007

Los trabajos y los dias.


Lentamente me voy metiendo en otra piel. Ahora estoy metido en un molinillo que tritura seres humanos, expectativas, miedos, sueños y frustraciones. Un molinillo diseñado por el genial Michael Vinaver. Un texto que desafía todo lo que yo creía saber sobre cómo se construye una escena o un personaje. Nada de egos cortados a cincel y separados del resto de los individuos de la obra, nada de psicologías de manual, nada de compartimentos estancos. El texto construye un universo de sentidos que se anudan sobre sí mismos. Muy lejos de ese falso naturalismo que no es más que una reducción de la complejidad de lo real a lo comprensible, una burda simplificación, el texto de Vinaver aborda una “visión cubista de la realidad”. Las relaciones humanas no se descomponen para mejor entenderlas, sino que se presentan en total simultaneidad. Lo más interesante no es el personaje convertido en figura sobre el fondo de unas circunstancias imaginarias, sino cómo el flujo de las acciones y las palabras de un personaje a otro toma una vida propia, autónoma, creando un dibujo, una estructura que se va revelando ante el espectador.

Interesante pirueta: ya no sólo tendré que renunciar a mi ego a favor del personaje, sino que deconstruir el ego del personaje para que el texto funcione. Nunca había sentido mi trabajo tan cercano al de un intérprete de música, cuando siente que la voz de su instrumento es ladrillo de una catedral sonora... No me disgusta.

jueves, 23 de agosto de 2007

Hamlet quisiera ser Horacio...


Con la serenidad amenazada desde tantos frentes, con los nervios vueltos alambre de espino, que hieren hacia dentro lo mismo que hacia afuera, sólo me queda volverme hacia un sitio. Abro las obras completas de Shakespeare al azar y le pido consejo:

"Tú has sido como aquel
que, sufriéndolo todo, nada sufre;
un hombre que, sereno, recibe por igual
reveses y favores de Fortuna. Dichoso
el que armoniza pasión y buen sentido
y no es flauta al servicio de Fortuna
por sonar como le plazca. Dame un hombre
que no sea esclavo de emociones, y le llevaré
en mi corazón; sí, en el corazón del corazón,
como yo a ti. Pero ya basta."

No, Hamlet... Horacio ya no mira, registra y calla. Horacio ya no es la esponja y el amanuense, el confesor y el psicoanalista. Tiene en marcha su propia tragedia. No se está en vano tanto tiempo en el corazón del corazón de Hamlet.

viernes, 17 de agosto de 2007

Escorpiones ,chivos ,panteras




No suelo saltar.
Eso no quiere decir que no me cabree a menudo, ni que tenga horchata de chufa en las venas. Simplemente, que he desarrollado unos mecanismos de contención muy sofisticados. Lo mío me ha costado. Mi padre es una bellísima persona, pero de vez en cuando tenía ataques de ira inexplicables. En cierta ocasión desnucó con sus propias manos a media docena de gallinas que mi abuela materna engordaba en el pueblo, simplemente porque no le dejaban dormir la siesta con sus cacareos. Mi abuela, que era lo más parecido a un sargento prusiano sin casco rematado en punta ni mostacho (Bueno, algo de bozo si tenía, era otra generación, de mujeres bravías), le perdonó el arrebato no obstante. Yo, lindando la adolescencia e incubando rebeldías, no se lo perdoné, y decidí tesoneramente no parecerme a mi padre en eso. No sospechaba en que guerra me metía.
Pero con los años y los reveses (metafóricos y literales) fui construyendo la imagen que tienen de mí mis conocidos. Un tipo paciente, dialogante, de dicción serena, receptáculo de confidencias y mejor consejero para los demás que consigo mismo. Por eso contrasta aún más el estallido. En toda guerra se pierden batallas.
Es la historia de mi vida. El profesor socarrón que veía como el alumno modelo se convertía, sin previo aviso, en un modelo de tozudez cuando sentía ultrajada su dignidad o su sentido de la justicia. El amigo un poco jeta que se encontraba con la puerta en las narices. El torito de discoteca que no sabía como quitarse de encima a ese pardillo que tan interesado parecía en no meterse en una pelea.
Una amiga, a la vez fascinada e incrédula con la astrología me dio una explicación tan mala como cualquier otra: “Aries con ascendente Escorpio”. Ahí es nada. Una especie de condensación de mala leche planetaria, con toda la energía de Aries enchufada al alegre comportamiento autodestructivo de Escorpio. Un festival, vamos…
¿A que viene todo esto?
A que tengo al lado a una criatura que no es ni Aries ni Escorpio, ni tiene asesinos en masa de gallináceas en el árbol genealógico, y que tiene un genio propio de una pantera con dolor de muelas. A que la quiero con locura, a que la seguiría si pudiera hasta el infierno, a que me hace hervir la sangre como lava en las venas para bien y para mal. A que me mira con ojos como lunas llenas y una boca prieta como un buzón de correos . Y quiero, cuando lea esto, oírla reír.

jueves, 16 de agosto de 2007

En guardia


Adelante.Adelante. Adelante.
Hito emi.
Acción-reacción. Presente.
Tratar a mil adversarios como a uno solo.
Tratar a los fantasmas como a seres reales.
Mirar a los enemigos como a fantasmas.
Vencer. Convencer. Seducir.
El miedo como una colilla arrojada al inodoro.
La fe como una hoja de papel higiénico
que lastra la colilla para que no vuelva a salir.

A veces la guerra es como un circo.
Aprender del funambulista a ir paso a paso.
Aprender del lanzador de cuchillos
a solo rozar a la chica con tus dagas.
La música y su ritmo como única ayuda
Y, sabiendo que un día caerás,
o marcarás a la chica preciosa,
convencerte de que no será hoy.

Eso es trabajar en la factoría de sueños:
Dejar que te esculpan la carne
Dejar que te marquen los latidos del corazón.
Respetado público, malditos cabrones.
Me desangro para que podáis soñar.

Adelante. Un poco más. Aún otra cosa.
Ya llegará la noche.

No hay descanso, sólo un sueño profundo
Y un cuerpo al que abrazar
Eso ya es mucho.
Y despertar sabiéndose guardián de pesadillas.
Tal vez porque las mías son aún más terribles.

miércoles, 8 de agosto de 2007

My Way



Se como funciono. Y algunas cosas tengo que hacerlas a mi manera.
Me gustaría poder resolver las cosas de otro modo, pero siempre me rindo a la evidencia:

Sin mis defectos mis virtudes no funcionan. He oído hablar de términos medios, de equilibrios y componendas. Sé dónde estaba escrito aquello de "Nada en exceso". Oh, sí, hasta en griego lo recuerdo: Μηδέν Άγαν, " Meden agan"... Pero resulta que en el mismo lugar se leía "Gnozi seauton"... Si, conocete a ti mismo. Llevo el exceso en la sangre. En la médula. Sólo el agotamiento de tanto exceso y aun mas años de forzar la máquina cambiarán eso.

Conocerse suele aparejar acarrear compañias incómodas...

Conocerse no siempre significa perdonarse; sino sólo muchas veces, simplemente aceptarse a regañadientes. Tolerarse y perdonarse la vida con un bufido. Aceptar que el propio sentido del orden no es lógico, y desde luego , no es ni de lejos el sentido del órden de otros. Que la lógica y la coherencia son plantillas para escribir biografías, pero no la materia de la que la vida está hecha.“There´s a method im my madness”, dice mi Claudio interior de mi Hamlet interior.
Aceptar que si no se puede cantar “My way” con la serenidad y el estilo, con la voz de Sinatra...siempre se podrá cantar con la desfachatez de Sid Vicious.
Aunque uno no sea de los que disparan al público al final de la canción.
(Y nunca es por falta de ganas)








domingo, 5 de agosto de 2007

L´apres midi d´un faune


Estar donde amo estar.

“Donde” significa “ Con Quien”.

Salgo de Madrid rumbo al sur,

pero no a las playas, sino más bien,

sigo su ardiente estela para

no perder su olor,

hacia un improvisado desierto,

en el corazón mismo del calor.

No sabiendo apartarlo del mío,

sigo la huella de su sudor,

me dejo llevar de un dedo

hacia la ciudad sin sombras,

Ciudad Irreal. Mediodía eterno,

donde la piedra es capaz de sudar,

donde el tiempo duerme su siesta.

Donde el viento cae amodorrado.

Es Domingo. Estamos en Agosto.

Sudamos en el centro de un sueño.

Esta mañana ella huele a vino frío

Y yo a café.

Huele ligeramente a tabaco

Y yo a gel de te verde

Huele a niña pequeña.

Y yo a bufón enamorado.

Esta mañana no quiere despertarse

Y yo quiero velar a su lado.