domingo, 24 de junio de 2007

De pie al fondo de la sala.


Sale a escena. Contiene su ira.

Debiera mostrar abatimiento,

Desesperación, fragilidad.

Lucha por concentrarse, lo se.

Nadie mas pude verlo. O casi.

Me olvido de lo que debería ver

Porque lo que veo es verdad

Emociones reales y sinceras

Apoyado en un pilar al fondo

Me dejo llevar. La acepto.

Tomo sin reservas lo que me da.

Se que no estará contenta

Se que hundirá la cabeza en mi cuello

Y gruñirá vaya si gruñirá.

No querrá escuchar halagos

Me da igual. Me emociona.

Quisiera subir y besarla.

Aunque en esta obra

Mi personaje no exista.

2 comentarios:

Kat Dagover dijo...

Agradezco que estuvieras allí, que me soportaras y que tuvieras palabras de ánimo para mí, como siempre.
Pero esa tarde tiré la toalla. No hay excusa, no importa que fuera una simple muestra. No se trata de ti, ni siquiera de mí, estoy hablando de madurez y no pasé la prueba. Peco de niña algunas veces...

Macbeth dijo...

La autocomplacencia es la muerte para el artista, pero el perfeccionismo es la muerte para la persona... Es un privilegio verte crecer, verte surgir de la oscuridad del escenario como se descubre a una pantera en la jungla.