jueves, 11 de octubre de 2007

"Чайка"


En una ocasión pasé casi todo un verano descalzo. Eran tiempos felices, en los que las vacaciones me dejaban ir solamente de la playa al tatami. Cuando volví a ponerme mis zapatos, me encontré con que la forma que el cuero había tomado ya no coincidía exactamente con la de mis pies.
Algo muy parecido se siente al retomar un personaje que uno ha dejado dormir durante un año.
Ahí están las marcas, las partituras de acciones fundamentales, los moldes de las frases que el oído recuerda... Pero al igual que las aguas del consabido río, todo ha cambiado al bañarse en ellas. O soy yo quien más ha cambiado desde la ultima vez que me puse la chaqueta de Boris Alexieyevich Trigorin. Me está resultando mas perturbador que otras veces. Se que esta vez no lo haré igual. No se si lo haré mejor... Trigorin es un hombre que sufre porque acosado por la inspiración no vive; o vive una existencia fantasmagórica y supeditada a la literatura. Yo estoy seco como el último pozo antes del desierto.
Necesito descansar.
Pero no puedo. No me dejarán.
"Noto que devoro mi propia vida, que para obtener la miel que luego doy a desconocidos, recojo el polen de mis mejores flores, las arranco y después pisoteo sus raíces."
En esa frase si que puedo sentar el culo.

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