jueves, 14 de agosto de 2008

Dejadme ser ingenuo esta noche


Dejadme ser ingenuo esta noche
Dejadme pensar que somos algo así
como Etienne Navarre e Isabeau.
(Menos rubios, tal vez, es cierto…
No se puede tener todo…)
De día tu eres un águila y yo un condottiero proscrito,
de noche yo soy un lobo y tu una dama errante.
Sólo que nuestros días no los marca el sol, y en nuestras noches no manda la luna.
Es una antigua maldición, bella de contar, terrible de sufrir.
Vuela libre, señora. Sabrás donde estoy por el brillo de mi armadura.
Posate en mi puño con el filo de la tarde.
Me tendrás de noche lamiendo tu mano, velando tu sueño.
Y en el Ocaso y en el Alba, por un sólo instante nuestro beso.
La razón para seguir. La caricia del Sol y la Luna.
No somos puros. No somos dignos.
Estamos malditos. Cierto. Merecidamente.
Pero que hermoso nuestro pecado y que gemidos de envidia levanta.
Donde estás, en tus tierras, recuérdame en tu vuelo.
Escribe mi nombre en tu cielo…
Mientras yo, lobo de las mil cicatrices
en mi bosque de asfalto
le callo a la luna mi aullido nostálgico.

4 comentarios:

Ladrón de mandarinas dijo...

Ahora no estoy en condiciones de comentar algo coherente, tengo el día tonto y todo me saca una lagrimilla. Su texto no ha sido una excepción.

Anónimo dijo...

He vuelto, o jamás me he ido...

Sea cómo sea, me alegro de que sigas por aquí.

Un abrazo...

Ladrón de mandarinas dijo...

(¡A ver si sigue escribiendo, hombreporShakespare!

Gittana dijo...

hermoso video, hermosa musica.... adoro a within...