domingo, 29 de abril de 2007

Jugando a Morir


Nada es tan fácil de olvidar

Como lo mas importante.

Todo edificio acaba por hundirse

Toda palabra se ahoga en el silencio

Todo aplauso se apaga en el olvido.

Oculto, el sepulturero cuenta las cunas

Para saber su cosecha de ataúdes.

“Todo acaba. El hombre es mortal.

Humanos somos”. Amargo silogismo.

Ejemplo clásico del manual

Nos lo han dicho. Lo repetimos:

“Memento mori. "Sic transit gloriae mundi.”

El latín no vela el aforismo.

Nada es seguro salvo que morir habemos

Mil veces escuchamos lo mismo.


Moriremos todos....Pero no mañana ¿verdad?.

Mueren siempre los otros. No hay indicios

De que un accidente, el odio o la edad

Excaven bajo el paso un precipicio.

La muerte no esta lejos. La muerte es absoluta lejanía.

Pensando en las baratijas de la vida cotidiana

No advertimos la sombra furtiva y fría

Que se lleva nuestro esfuerzo, la memoria

La inocencia, el amor, la valentía...

Cuanto mas intensa luz, mas negra sombra...


Algunos recordamos la Muerte

Rondando por los bancos de la iglesia

Ataviada con casulla jesuítica

Una muerte con collar, perra de presa

Azuzada contra las seducciones del pecado.

Culpa..Muerte. Castigo. Infierno.

hay que resignarse, hijo, ser buen esclavo.

¿La vida? Una prueba, Él tiene un humor siniestro

Dios disfruta de ver caer en fuego eterno

A aquellos a los que el mismo ha cegado.


Recuerdo haber escupido en ese cráneo pelado

Contra esa máscara de calavera bien secada.

Un hombre libre no tiene miedo a la muerte”

y el grito ingenuo, pero digno, de ”libertad o muerte

se volvió un “Libertad” sin muerte, a secas.

Paso aquella euforia. Calló el cura.

¿Libertad? ¿De que? ¿Frente a quién?

¿Por qué siento aun peso de cadenas?


Descubro una voz aterciopelada

La misma que acaricia las antenas.

No exige: invita. Pero, en el fondo, inquieta.

Atesora. Consume. Reserva.

Vivirás siempre. ¿No necesitas?

Entonces colecciona. Endeudate.

Vivirás siempre. Compra hoy

Paga toda la eternidad en cómodos plazos.

Vivir es comprar. Es la orgía del poseer.

Trabajas tanto... mereces estas cosas

Y que, si no hay tiempo de disfrutar.

Date un capricho. El capricho es la ley.


“¿El capricho es ley?”¿Dije “Basta”

y afirmé mi autonomía y albedrío,

creí que por amor a la Verdad,

creí que por forjarme mi destino

y fue todo vanidad de vanidad?


¿Quién la Regla me dará, el áureo principio,

distinguirá lo que es importante de verdad

de lo que es flor de un día, puro capricho.?


Busco en mi el viejo respeto a la guadaña.

¿Temo hoy a la muerte? Jamás.

Temo a la impotencia, al sufrimiento

temo a la soledad y al fracaso

temo al ridículo y al desprecio.

Temo, ante todo, al aburrimiento.

La muerte es siempre algo tan lejano...

Parece un mito, un cuento, el hombre del saco...


Moriré. Pasaré. Dejaré este asiento vacío.

¿Qué morirá?¿Qué se irá conmigo?


Por de pronto mi voz. Mis gestos característicos.

Esta forma de andar que me anuncia.

El arco interrogante de mis cejas

El hueco de mi cuerpo en un colchón viejo.

Quedarán mis libros tatuados con mil notas

La huella de mi mano en el puño de una espada

Y la huella de mis pies en el cuero de mis botas.

Cuadernos maltratados de hule añejo

Cartas no enviadas , pero tampoco rotas

Fotos tomadas a través del espejo

Trastos, despojos, y las cosas mas idiotas...

Regalarán mi ropa, eso es un consuelo:

contribuyo con negro a mi propio luto.

Regalarán este engendro en que tecleo,

Lleno de archivos en un caos absoluto.

Me alegro, esta todo bien, dadle buen uso.

Imagino una eternidad como consumidor contento

Imagino ser siempre un comprador iluso,

y casi me derrumbo de puro agotamiento.

Me alegro. Me refresca pensar que no soy eterno.

Terapia suprema, inyección de sentido.

Ya no me aflijo ni tampoco me consterno

por esa nimiedad que hoy no he conseguido.

¡Que bueno recordar que nada dura siempre!

Que para intentarlo puede no haber otro día.

Que es fácil morir sin haber dicho “te quiero”.

Que toda vergüenza es siempre tontería.

Que el descanso puede estar a la vuelta de la esquina.

Que de pura dejadez uno puede morir esclavo.

Que el secreto de una voluntad diamantina

es hacer cada día lo que esté en tu mano.

Derrochar energía como si fuese el final de la carrera,

ante cuya vista el cansancio se vuelve ligereza.

Pensar en la vida que nos roba la pereza.

Pensar en lo ilusoria que es toda barrera.

Para quien no deja salir de su cabeza

que lo importante no es superar o no la prueba,

que lo importante es marcar bien la propia huella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonitas palabras y bonita reflexión, sin duda.

Quizás lo único que importe es no como se muera o como se viva. Eso estraía bien saberlo y actuar como es debido, seríamos héroes, seres de leyenda ¿no crees?

Pero las más de las veces debemos conformarnos con ser sólo humanos.

Así que lo mejor sea vivir, solo vivir. Y disfrutarlo, aún sabiendo que moriremos.

Imagina como ha de ser tu vida para que Dios o el Diablo te den la opción de revivirla eternamente tal y como ha sido. ¿Como ha de ser tu vida de plena y rica para aceptar la propuesta?

Macbeth dijo...

El eterno retorno. Es una buena plantilla sobre la que efectuar las decisiones cotidianas, eso es cierto.
Pero mas me gustaría que ese eterno circulo fuera convirtiendose poco a poco en espiral ascendente. Ah, pero eso es picar muy alto, lo se. De humano, demasiado humano, a humano... un guiño complice.