No soporto que me digan lo que siento
cuando se que siento todo lo contrario
No soporto que siete años cuajen una losa
que te impide ver cuanto he cambiado.
No soporto tu memoria de elefanta loca.
No soporto las listas de agravios.
No soporto las deudas eternas,
el recitado perenne que no prescribe,
el canto coral de las furias.
Ni pasar a la historia como el culpable,
tu destructor, tu cruz y tu chulo,
como si nunca te hubiese dado nada.
Como si tras de mi voz sonase
Siempre
Un portazo y
la nevada del estuco en el pasillo.
Eh, yo también estoy herido.
Mujer. Mi Medea.
Lavé tus llagas con mis lágrimas.
Lo has olvidado.
Bebí el pus de tu rencor
hasta colmar el vaso.
Ya no te acuerdas.
No mas lágrimas.
Ni mas sangre.
Ni esperma.
Este Jasón pasó por el desierto.
Eligió ser de Nadie.
Se ganó el derecho de ser feliz.
Si.
Con otra.