viernes, 12 de octubre de 2007

48.


I

12 P.M

En la mano un teléfono mudo.

Hay silencios que duelen mas que bofetadas.

Estoy débil, demasiado débil.

Entiéndeme.

Hace daño.

Esta noche todo me hace daño

Hasta el roce de mis parpados.

Es una forma sutil de indefensión sentir

A tu padre tan frágil

Hablando ya de Irse

A tu hijo tan pequeño

Pidiéndote la mano.

Detrás

la mirada

De la Mujer Decepcionada:

la que colecciona mis flaquezas,

las amplía y reinventa...

Y en medio de mis inseguridades yo

Puente generacional

minado por aguas turbulentas.

Mago crucificado por falso Mesías.

suspendido entre dos manos y una

Ausencia, con una mirada

Alanceando el corazón.

Con una esponja mojada

en agrias memorias

empapando los labios.

Ecce homo lampiño vestido de negro.

El pelo revuelto y los bolsillos vacíos.

Rodeado de Iscariotes, soldados y putas.

No me acostumbro a ver

Esta cara cansada en el espejo

Lisa y sin barba

como la de un niño o un viejo.

No la soporto si no se refleja

Abrazado a la tuya.


No quiero depender de tu cariño.

Pero me he acostumbrado ¿Sabes?.

Mi cuerpo busca tu forma en sueños

E imita cucharas vacías y sin reflejo.

Contigo duermo apenas, mi cielo

Pero no consigo dormir sin ti.


II

02 PM.

Suena el teléfono. Reapareces.

Me confortas. Cedo. Que remedio.

Te reinstalas en mi centro. Ríes.

Me explicas un mundo sencillo y plausible.

(Quizás demasiado para ser cierto)

Alargo mi mano y me sirvo una absenta

Te escucho. Cómo hablas. Un torrente.

Así, mi Amor. Lava mis heridas.

Hazme sentir estúpido.

Abrazame con tu voz como la absenta.

Quema mis razones, abrasa mis dudas.

Si, lo sé, son sólo cuarenta y ocho horas.

Todo esta en pié, nada ha cambiado.

Me quieres te quiero mi padre duerme

Mi hijo duerme mi ex duerme

No puedo fallaros y yo también,

-espera que la absenta haga efecto-

Dormiré por obligación

Confiando en que mi mundo siga intacto.

Cuarenta y ocho horas al menos.