
Lo que florece,
Cae: es el camino que sigue toda carne
En este mundo de flores.
(Kiko)
Lentamente me voy metiendo en otra piel. Ahora estoy metido en un molinillo que tritura seres humanos, expectativas, miedos, sueños y frustraciones. Un molinillo diseñado por el genial Michael Vinaver. Un texto que desafía todo lo que yo creía saber sobre cómo se construye una escena o un personaje. Nada de egos cortados a cincel y separados del resto de los individuos de la obra, nada de psicologías de manual, nada de compartimentos estancos. El texto construye un universo de sentidos que se anudan sobre sí mismos. Muy lejos de ese falso naturalismo que no es más que una reducción de la complejidad de lo real a lo comprensible, una burda simplificación, el texto de Vinaver aborda una “visión cubista de la realidad”. Las relaciones humanas no se descomponen para mejor entenderlas, sino que se presentan en total simultaneidad. Lo más interesante no es el personaje convertido en figura sobre el fondo de unas circunstancias imaginarias, sino cómo el flujo de las acciones y las palabras de un personaje a otro toma una vida propia, autónoma, creando un dibujo, una estructura que se va revelando ante el espectador.
Interesante pirueta: ya no sólo tendré que renunciar a mi ego a favor del personaje, sino que deconstruir el ego del personaje para que el texto funcione. Nunca había sentido mi trabajo tan cercano al de un intérprete de música, cuando siente que la voz de su instrumento es ladrillo de una catedral sonora... No me disgusta.
Se como funciono. Y algunas cosas tengo que hacerlas a mi manera.
Me gustaría poder resolver las cosas de otro modo, pero siempre me rindo a la evidencia:
Sin mis defectos mis virtudes no funcionan. He oído hablar de términos medios, de equilibrios y componendas. Sé dónde estaba escrito aquello de "Nada en exceso". Oh, sí, hasta en griego lo recuerdo: Μηδέν Άγαν, " Meden agan"... Pero resulta que en el mismo lugar se leía "Gnozi seauton"... Si, conocete a ti mismo. Llevo el exceso en la sangre. En la médula. Sólo el agotamiento de tanto exceso y aun mas años de forzar la máquina cambiarán eso.
Conocerse suele aparejar acarrear compañias incómodas...
Conocerse no siempre significa perdonarse; sino sólo muchas veces, simplemente aceptarse a regañadientes. Tolerarse y perdonarse la vida con un bufido. Aceptar que el propio sentido del orden no es lógico, y desde luego , no es ni de lejos el sentido del órden de otros. Que la lógica y la coherencia son plantillas para escribir biografías, pero no la materia de la que la vida está hecha.“There´s a method im my madness”, dice mi Claudio interior de mi Hamlet interior.
Aceptar que si no se puede cantar “My way” con la serenidad y el estilo, con la voz de Sinatra...siempre se podrá cantar con la desfachatez de Sid Vicious.
Aunque uno no sea de los que disparan al público al final de la canción.
(Y nunca es por falta de ganas)
Estar donde amo estar.
“Donde” significa “ Con Quien”.
Salgo de Madrid rumbo al sur,
pero no a las playas, sino más bien,
sigo su ardiente estela para
no perder su olor,
hacia un improvisado desierto,
en el corazón mismo del calor.
No sabiendo apartarlo del mío,
sigo la huella de su sudor,
me dejo llevar de un dedo
hacia la ciudad sin sombras,
Ciudad Irreal. Mediodía eterno,
donde la piedra es capaz de sudar,
donde el tiempo duerme su siesta.
Donde el viento cae amodorrado.
Es Domingo. Estamos en Agosto.
Sudamos en el centro de un sueño.
Esta mañana ella huele a vino frío
Y yo a café.
Huele ligeramente a tabaco
Y yo a gel de te verde
Huele a niña pequeña.
Y yo a bufón enamorado.
Esta mañana no quiere despertarse
Y yo quiero velar a su lado.